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El mantenimiento periódico de los sistemas eléctricos en instalaciones industriales de baja y media tensión es esencial para garantizar la seguridad, eficiencia y continuidad operativa.

Estos sistemas son el corazón de muchas plantas industriales, y un fallo inesperado puede generar paradas costosas, riesgos para el personal y pérdida de productividad. Por lo tanto, su cuidado adecuado es fundamental para prolongar la vida útil de los equipos y minimizar interrupciones.

Beneficios del mantenimiento preventivo

Uno de los principales beneficios del mantenimiento preventivo es la reducción del riesgo de fallos. A través de inspecciones regulares, pruebas y mediciones, es posible detectar problemas antes de que se conviertan en fallos críticos. Esto es particularmente importante en equipos de baja y media tensión, como interruptores, transformadores y cables, que si no se mantienen adecuadamente, pueden sufrir sobrecalentamientos, fallas de aislamiento o cortocircuitos.

Otro aspecto clave es la optimización de la eficiencia energética. Los sistemas eléctricos mal mantenidos tienden a operar con menor eficiencia, lo que puede aumentar el consumo de energía y los costos operativos. La limpieza de contactos, la verificación de conexiones y la calibración de equipos permiten a las empresas reducir el desperdicio energético, contribuyendo tanto a la sostenibilidad como a la reducción de costos.

La seguridad es otro factor crítico. Un sistema eléctrico en mal estado representa un riesgo significativo de incendios, explosiones o accidentes eléctricos que pueden poner en peligro la vida del personal y dañar equipos críticos. La implementación de un plan de mantenimiento preventivo asegura que los equipos estén en conformidad con las normativas de seguridad, reduciendo el riesgo de accidentes.

Finalmente, el mantenimiento periódico también juega un papel fundamental en la extensión de la vida útil de los equipos. En lugar de reemplazar sistemas eléctricos costosos, la realización de reparaciones y actualizaciones oportunas, como el retrofit, permite a las empresas mantener sus equipos en funcionamiento durante más tiempo, lo que representa un ahorro considerable en inversiones de capital.

En resumen, el mantenimiento periódico en instalaciones de baja y media tensión no solo garantiza la seguridad y eficiencia, sino que también prolonga la vida útil de los equipos y minimiza interrupciones. Para las empresas industriales, es una inversión crítica en la continuidad operativa y la sostenibilidad financiera.